Patxi López no es EL lehendakari

Al final me lo he leído casi entero: el discurso de Patxi López. Y me he quedado con la misma sensación que cuando lo he leído en diagonal: demasiadas vaguedades. Me refiero especialmente a la cosa económica, al asunto de la vivienda y a los temas medioambientales.

En lo primero, más allá de la cifra de los 3.000 millones (bastante por debajo de
lo que yo proponía el otro día), casi no hay nada. Por supuesto, ninguna referencia ideológica que ponga en cuestión el modelo vigente y, en relación con la crisis, un ponerse la venda antes que la herida diciendo que no tiene ni idea de cuándo terminará y que apenas depende de lo que hagamos:
Por ello resulta muy complicado establecer un calendario de salida de la crisis.
No sabemos cuándo se va a estabilizar el sistema financiero mundial, ni cuáles
van a ser las nuevas condiciones del mismo y, por lo tanto, las repercusiones
finales sobre el sistema productivo. Como tampoco sabemos las perspectivas
reales del sector inmobiliario, ni cómo va a evolucionar el consumo privado,
pieza fundamental para la reactivación del sistema productivo, incluida la
inversión.

¿Cómo puede hablar con tan poca ilusión alguien que va a ser nombrado hoy mismo lehendakari?
Y a partir de ahí, una mezcla de diagnóstico y propuestas de solución de lo más genérico:

En primer lugar, es una crisis financiera que está repercutiendo sobre la
financiación de empresas y familias. Por tanto hay que actuar para facilitar esta
financiación.
En segundo lugar, existe una crisis inmobiliaria que se ha reflejado de forma
más cruda en el sector de la construcción. Debemos ser capaces, por lo tanto,
desde la iniciativa pública, de fomentar las inversiones en infraestructuras,
incluida la vivienda para amortiguar esta caída.
En tercer lugar se está produciendo un estancamiento del consumo. Por lo que
resulta necesario activar medidas, tanto directas como a través de políticas de
renta, para evitar un desplome de la demanda interna.
En cuarto lugar, consecuencia de las otras tres, se está produciendo un
desplome del empleo. En estos momentos el número de parados en las
oficinas del INEM supera las 115.00 personas. Y este va a ser uno de los ejes
básicos de nuestra actuación, tanto a través de políticas activas como
paliativas.
Y en quinto lugar, se están produciendo ya, situaciones personales y familiares
derivadas de la pérdida de empleo y de recursos económicos que deben ser
atendidas, con urgencia, desde las políticas sociales.

Fomentaremos también la creación de grupos industriales, alianzas y fusiones,
con núcleo accionarial vasco, y prestaremos atención a los proyectos serios
que permitan la creación de nuevas empresas de contenido tecnológico.


Tampoco ha lanzado ninguna referencia al reforzamiento del sector público empresarial, quedándose muy cómodamente en el más estricto respeto a la fracasada economía de mercado:
Fomentaremos también la creación de grupos industriales, alianzas y fusiones,
con núcleo accionarial vasco, y prestaremos atención a los proyectos serios
que permitan la creación de nuevas empresas de contenido tecnológico.

Y en materia de vivienda pues tampoco nada nuevo, más allá de sacudir sin fundamento a los anteriores (o sea, a Ezker Batua):
Se acelerará la licitación de obra pública, se promocionará la rehabilitación de
edificios y el aumento de su eficiencia energética y se ampliará el aval público
para la adquisición de Vivienda de Protección Oficial.
Construir vivienda protegida, alquiler y rehabilitación serán las tres líneas para
conjugar ambos intereses. Reitero mi compromiso de fomentar la construcción
de 40.000 viviendas protegidas, 16.000 en alquiler. Y fomentaremos la
rehabilitación de casas, edificios y barrios, que genera empleo y es respetuosa
con el medio ambiente.
Tampoco las referencias a la política energética han ido ni un paso más allá de lo que todos/as sabemos, porque es un compromiso de la UE.
1) reducir para el año 2020 en un
20% las emisiones de gases de efecto invernadero 2) conseguir que al menos
el 20% de la energía tenga su origen en fuentes renovables, y 3) auspiciar la
eficiencia energética como criterio imprescindible tanto en el tejido industrial
como en las áreas residenciales y de servicios.
Y en lo relativo a asuntos de solidaridad ha tenido algún mensaje que me ha gustado, pero que apenas tiene concreción posterior:
Una sociedad, para que sea tal, y no una mera suma de personas individuales, debe garantizar la
solidaridad con todos sus miembros. Cada ciudadano debe tener la convicción
razonable de que todos compartimos el riesgo en un futuro común. Que más
allá de los intereses estrictamente personales, creemos que el progreso común
nos beneficia todos. Y que en momentos de crisis, como el actual, debemos
todos hacer un esfuerzo por el bien general. Somos ciudadanos vascos porque
juntos nos vamos a enfrentar a la crisis, y porque juntos vamos salir de ella.
En definitiva, tampoco parece que Patxi López vaya a ser ese presidente que yo pedía ayer. Y mira que le había dado ideas para el discurso ... Además, pensaba yo que Patxi López se iba a convertir en el primer lehendakari blogero pero lo cierto es que no ha habido en todo el discurso ni el más mínimo guiño a la blogosfera o cosa parecida.
Por fin, ¿sabéis qué sensación he tenido al leer el texto? Pues que el PP ha metido mano de forma bastante signficativa en el mismo, cosa que me parece un mal precedente.

Comentarios

  1. Querido Javier. Que bueno que ya no estás en el Gobierno

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