Nos salvó la campana

No me puedo explicar lo que sucedió el viernes en Romo. En el primer tiempo los de Bengoetxe (con las ausencias de Jon y Goizane) jugaron conjuntados, rápidos, rompiendo la defensa del equipo contrario y defendiendo razonablemente bien. Acabaron ganando de seis. En el segundo tiempo, por contra, no acertaron en casi nada: ni en ataque, ni en defensa ni en circular el balón. Y si el partido llega a durar tres minutos más yo creo que lo perdemos. Al final, victoria agridulce y a ver si los próximos encuentros (quedan ya sólo dos) la cosa mejora.
El árbitro protagonizó un momento curioso al reunir a jugadores y entrenadores (lo veis en la foto) y decirles que él no era árbitro, que no era un experto en las normas (y no me extraña porque para cada edad el balonmano tiene diferentes reglas) y que dejaran de protestar.

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