Decrecer: vivir con menos para vivir mejor
(reflexiones después de leer un artículo de Ekologistak Martxan sobre decrecimiento)
Necesitamos menos bancos, menos casas (de las queríamos hacer), menos coches privados, menos consumo de usar y tirar, menos gasto energético, menos armamento y ejércitos, menos horas de trabajo "productivo", menos sueldos estratosféricos, ...
... para ser más felices y estar menos estresados/as, para que la totalidad de la población pueda contribuir al desarrollo, para dedicar más tiempo al ocio creativo, a la relación humanizante y a la solidaridad, para que otros pueblos del mundo alcancen niveles dignos de vida, para que el planeta pueda acoger equilibradamente a nuestros/as nietos/as, para cultivar la paz.
Pero desgraciadamente no tengo la sensación de que estemos avanzando en esa dirección. El discurso oficial del sistema único, que increíblemente pervive a pesar del desastre, no da muestras de entender la gran oportunidad que se nos abre con la crisis. Los dirigentes políticos siguen apostando por la industria automovilística tradicional, siguen pensando en reinstaurar el imperio desbocado del ladrillo, siguen permitiendo que el sector financiero engañe a la ciudadanía y se consolide a pesar de sus enormes ineficiencias, ... ¿Aún no hemos aprendido la lección?
Necesitamos menos bancos, menos casas (de las queríamos hacer), menos coches privados, menos consumo de usar y tirar, menos gasto energético, menos armamento y ejércitos, menos horas de trabajo "productivo", menos sueldos estratosféricos, ...
... para ser más felices y estar menos estresados/as, para que la totalidad de la población pueda contribuir al desarrollo, para dedicar más tiempo al ocio creativo, a la relación humanizante y a la solidaridad, para que otros pueblos del mundo alcancen niveles dignos de vida, para que el planeta pueda acoger equilibradamente a nuestros/as nietos/as, para cultivar la paz.
Pero desgraciadamente no tengo la sensación de que estemos avanzando en esa dirección. El discurso oficial del sistema único, que increíblemente pervive a pesar del desastre, no da muestras de entender la gran oportunidad que se nos abre con la crisis. Los dirigentes políticos siguen apostando por la industria automovilística tradicional, siguen pensando en reinstaurar el imperio desbocado del ladrillo, siguen permitiendo que el sector financiero engañe a la ciudadanía y se consolide a pesar de sus enormes ineficiencias, ... ¿Aún no hemos aprendido la lección?
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