Estimado consejero
Estimado consejero Arriola:
Quiero agradecerte de todo corazón que en tu comparecencia de esta mañana en el Parlamento Vasco hayas expresado con tata claridad y rotundidad tu posición en política de vivienda. Había dejado de confiar en la clase política pero al leer tus declaraciones ha renacido en mi interior un sentimiento de respeto y admiración hacia quienes se dedican a esta noble labor. No en vano supongo que habrás tenido que saltarte las indicaciones de tu asesoría de comunicación para lanzar un mensaje tan nítido y tan entrañabl y hacer llegar a la ciudadanía tus verdaderas intenciones.
Pero vayamos al grano. Transcribo a continuación la literalidad de tus palabras para que todo el mundo pueda conocerlas y rendirse ante su imponente sencillez:
"No hay sociedad que soporte el derecho a la vivienda por la gracia de Dios."
Manifestabas esto en contestación al parlamentario de Ezker Batua, Mikel Arana, que te había preguntado por el derecho universal a una vivienda en alquiler.
Deduzco de tu expresión que no eres creyente porque de serlo, como es mi caso, esperarías de la gracia de Dios una preocupación por los seres humanos que a tí sin duda te falta. Pero dejando aparte la cuestión religiosa, entiendo que lo que quieres decir es que las ciudadanas y los ciudadanos vascos no tienen derecho a la vivienda. O sea, que eso de disponer de una casa para desarrollar un proyecto de vida es una cuestión de lujo por la que la gente tiene que pagar un pastón y endeudarse hasta las cejas. Nada de gratis. Ni siquiera de alquiler.
Mira, consejero, con estas declaraciones me has jodido la expectativa que tenía de que el PSE (no diré los socialistas porque para eso os queda un largo camino que parecéis no querer recorrer) pudiera resolver mi problema de vivienda y el de miles de jóvenes que tenemos vedada la emancipación de nuestras familias y que vemos con terror cómo todo el mundo se ha olvidado de nosotros/as en los últimos meses por aquéllo de la crisis inmobiliaria. Te diré que seguimos apuntadas en Etxebide más de 80.000 personas (no te empeñes en reducirnos a golpe de decreto) y que tú, estimado consejero, estás en el Gobierno para ayudarnos a superar la dificilísima situación que atravesamos, y no para hacer ganar dinero a los promotores.
Por todo ello, y visto que lo mío y lo de tantos/as jóvenes no tiene remedio, ruego al cielo y al lehendakari López que no te cambie de cartera porque correríamos el riesgo de que te asignase a Educación o a Sanidad y, siguiendo con tu extremada sensibilidad por los derechos humanos no me extrañaría leer en breve cosas como éstas:
"Pa rato vamos a seguir manteniendo la escuela pública" o "El que piense que va a poder acudir a un médico de cabecera de la sanidad pública no sabe de qué está hablando, más le vale no enfermar".
Porque al fin y al cabo, eso de dar de gratis una formación con la que vete tú a saber qué va a hacer un/a estudiante, o curar a la gente sin que paguen por ello, son otras formas de regalar bienes valiosos a gente desagradecida que no se merece semejantes "detalles".
Por todo ello, estimado consejero, desearía que alguien en tu partido te desautorizara por lo que has dicho, pero como eso no va a suceder te agradezco que me hayas ayudado a recuperar el interés por la política y a decidir que nunca más votaré al PSE.
Atentamente,
Un/a joven iluso que quisiera emanciparse
Quiero agradecerte de todo corazón que en tu comparecencia de esta mañana en el Parlamento Vasco hayas expresado con tata claridad y rotundidad tu posición en política de vivienda. Había dejado de confiar en la clase política pero al leer tus declaraciones ha renacido en mi interior un sentimiento de respeto y admiración hacia quienes se dedican a esta noble labor. No en vano supongo que habrás tenido que saltarte las indicaciones de tu asesoría de comunicación para lanzar un mensaje tan nítido y tan entrañabl y hacer llegar a la ciudadanía tus verdaderas intenciones.
Pero vayamos al grano. Transcribo a continuación la literalidad de tus palabras para que todo el mundo pueda conocerlas y rendirse ante su imponente sencillez:
"No hay sociedad que soporte el derecho a la vivienda por la gracia de Dios."
Manifestabas esto en contestación al parlamentario de Ezker Batua, Mikel Arana, que te había preguntado por el derecho universal a una vivienda en alquiler.
Deduzco de tu expresión que no eres creyente porque de serlo, como es mi caso, esperarías de la gracia de Dios una preocupación por los seres humanos que a tí sin duda te falta. Pero dejando aparte la cuestión religiosa, entiendo que lo que quieres decir es que las ciudadanas y los ciudadanos vascos no tienen derecho a la vivienda. O sea, que eso de disponer de una casa para desarrollar un proyecto de vida es una cuestión de lujo por la que la gente tiene que pagar un pastón y endeudarse hasta las cejas. Nada de gratis. Ni siquiera de alquiler.
Mira, consejero, con estas declaraciones me has jodido la expectativa que tenía de que el PSE (no diré los socialistas porque para eso os queda un largo camino que parecéis no querer recorrer) pudiera resolver mi problema de vivienda y el de miles de jóvenes que tenemos vedada la emancipación de nuestras familias y que vemos con terror cómo todo el mundo se ha olvidado de nosotros/as en los últimos meses por aquéllo de la crisis inmobiliaria. Te diré que seguimos apuntadas en Etxebide más de 80.000 personas (no te empeñes en reducirnos a golpe de decreto) y que tú, estimado consejero, estás en el Gobierno para ayudarnos a superar la dificilísima situación que atravesamos, y no para hacer ganar dinero a los promotores.
Por todo ello, y visto que lo mío y lo de tantos/as jóvenes no tiene remedio, ruego al cielo y al lehendakari López que no te cambie de cartera porque correríamos el riesgo de que te asignase a Educación o a Sanidad y, siguiendo con tu extremada sensibilidad por los derechos humanos no me extrañaría leer en breve cosas como éstas:
"Pa rato vamos a seguir manteniendo la escuela pública" o "El que piense que va a poder acudir a un médico de cabecera de la sanidad pública no sabe de qué está hablando, más le vale no enfermar".
Porque al fin y al cabo, eso de dar de gratis una formación con la que vete tú a saber qué va a hacer un/a estudiante, o curar a la gente sin que paguen por ello, son otras formas de regalar bienes valiosos a gente desagradecida que no se merece semejantes "detalles".
Por todo ello, estimado consejero, desearía que alguien en tu partido te desautorizara por lo que has dicho, pero como eso no va a suceder te agradezco que me hayas ayudado a recuperar el interés por la política y a decidir que nunca más votaré al PSE.
Atentamente,
Un/a joven iluso que quisiera emanciparse
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