Recientemente he pasado dos semanas de confinamiento en casa tras haber dado positivo en COVID y otras dos semanas de recuperación tranquila. Atrás quedan varios días de fiebre y tos, de miedos, solidaridad y serena esperanza. Todo ello, debo decirlo, con un nivel de gravedad de la enfermedad bajo, que me ha permitido superarla sin mayores problemas. Quizás no habría sido capaz de escribir lo que sigue si me hubiese tocado una experiencia más dura. Como ha sido una oportunidad única, en la que he podido reflexionar sobre varios asuntos relacionados con la enfermedad, quisiera compartir esos pensamientos con vosotros/as. Voy a dividir la exposición en dos bloques: en primer lugar, hablaré sobre aspectos personales y, en la segunda parte, me referiré a la vertiente comunitaria . La primera idea del ámbito personal que quisiera compartir es que intuyo que mantener en la vida un estado de ánimo positivo y relajado es un buen activo cuando llega la enfermedad. Aunque no puedo demos
Ja,ja,ja. Pero si a Madrazo le han echado los votantes, si no, no se va en la vida. Y para ser de izquierda siempre se ha llevado muy bien con la derecha...
ResponderEliminarPor cierto, en el Insti se le exigirá el Perfil Lingüístico que tanto defendió ¿no?
Pero qué amargados sois algunos. ¿Nunca encontráis nada que esté bien hecho? ¿O es que sólo vosotros hacéis bien las cosas? Que si es así, ¡vaya aburrimiento de vida!
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