Consejos para ir a Marruecos y, en concreto, a Marrakech
"¡No vuelvo más!" Ésa fue la expresión de un grupo de turistas vascas que visitaron Marrakech en las mismas fechas en las que lo hicimos mi compañera y yo. Nosotros, sin embargo, podríamos definir nuestro viaje como "uno de los más intensos e interesantes de cuantos hemos realizado".
Desgraciadamente, la opinión de ese grupo de turistas es habitual en un porcentaje no pequeño de personas que visitan Marruecos por primera vez. Y me daba tanta pena escucharla que he decidido escribir esta entrada para ayudar a quienes vayan a ese país a disfrutar del mismo. Y es que, si
superas ciertos inconvenientes y tomas algunas precauciones, Marruecos es un país realmente atractivo, en el que callejear por sus ciudades se convierte en una experiencia única, llena de encuentros sorprendentes, curiosidades, colores, olores, ruidos, que constantemente te llaman la atención. A veces, da un poco de lástima que algunas de esas cosas que llaman la atención permanezcan en el tiempo (no hemos visto demasiados cambios desde la última vez que visitamos Marruecos hace 10 años) ya que se ve a bastantes personas trabajando en condiciones realmente insalubres. No es de extrañar que los jóvenes huyan de allí y traten de llegar a Europa.
¿Cuánto tiempo debe durar la visita? Para visitar cualquier zona o ciudad de Marruecos os aconsejo hacerlo con cierta tranquilidad, dedicando un suficiente número de días. Esto vale para cualquier país pero creo que en lugares como Marruecos es de especial aplicación. No es lo mismo visitar países europeos que, más o menos, comparten con nosotros una misma cultura, que uno en el que el cambio cultural es grande, y os puedo asegurar que en Marruecos lo es a pesar de su cercanía geográfica. Si no se está el suficiente tiempo, uno/a se puede quedar con una primera impresión equivocada. Os aseguro que si en nuestro viaje a Marrakech nos hubiésemos quedado con la primera impresión que nos produjo el riad donde habíamos reservado la habitación, yo también me habría sumado al "no vuelvo más". Y en cuanto al número de días para visitar Marrakech, cinco puede estar bien. Hay muchas personas que lo hacen en un fin de semana o que incluyen excursiones por los alrededores pero eso supone ir corriendo de un lado a otro sin disfrutar.
¿Es seguro visitar Marruecos? Como hay otras personas que ya han contestado a esta pregunta antes que yo y lo han hecho muy bien, os dejo aquí el enlace a una entrada que refleja al 90% lo que nosotros pensamos. Quizás modificaría la conclusión final: yo creo que si se siguen esas indicaciones se puede finalizar el viaje sin sentirse "muy quemados". Al contrario, con la sensación de haber vivido una experiencia muy bonita.
Guías. Yo no veo necesario recurrir a un/a guía para visitar Marrakech. Nosotros nos desenvolvimos muy bien con la guía de Lonely Planet y los mapas del móvil. Y eso sí, el primer día es conveniente dedicarlo a reconocer la ciudad y pasear por sus calles sin demasiados objetivos concretos; simplemente, adaptarse al lugar.
En una medina te pierdes sí o sí. Por eso, y con el fin de no andar preguntando a cada paso por dónde se va a tal o cual sitio, es muy útil llevar en el móvil una aplicación de mapas offline. El laberinto de callejuelas es tal que incluso con la aplicación te despistarás en algún momento. En todo caso, si tienes que preguntar es mejor que lo hagas a un/a dependiente de un comercio que, normalmente, no va a dejar su tienda para orientarte mal y pedirte dinero. Nosotros solíamos utilizar los mapas de Google Maps previamente descargados con la opción "Mapas sin conexión", pero en el riad nos aconsejaron otra aplicación (MAPS.ME) que, al menos para la medina de Marrakech, tenía mejor definición. Por lo demás, no hagas mucho caso a quien te diga que vayas por otra calle porque aquélla por la que vas está más adelante en obras y no se puede pasar. Seguramente te llevará a la tienda de un amigo.
Relaciones. La población de Marruecos, y especialmente el pueblo bereber, es muy acogedora y amable. Cuando consigues establecer vínculos más allá de los comerciales, lo cual a veces no es fácil, puedes disfrutar de conversaciones muy agradables. Para ello, como te puedes imaginar, hace falta estar un número mínimo de días en las ciudades y visitarlas con cierta calma. Si pasas varias veces por las inmediaciones de un taller o una tienda es muy posible que en unos pocos días te saluden amablemente y, si te prestas, puedas iniciar una conversación.
En cuanto a la vestimenta, sobre todo la de las mujeres, nuestra experiencia es que ponerse un pañuelo en la cabeza es muy bien recibido por una parte de los/as marroquíes pero, evidentemente, no es necesario hacerlo. Aunque nos encontramos con dos grupos de mujeres jóvenes que habían tenido malas experiencias, habiéndose sentido acosadas por chicos marroquíes, creo sinceramente que lo normal no es eso si respetas indicaciones como las que estoy dando en esta entrada. A estos efectos, únicamente añadiría otro consejo: si vais en grupo, mejor no separarse. En ocasiones, los vendedores tratan de separar a los miembros del grupo de turistas para llevarlos a sus respectivas tiendas, lo cual puede provocar cierta angustia en algunas personas cuando ven que sus compañeros/as de viaje han desaparecido de su vista.
Cuando vayas a un zoco conviene que tengas claro si vas de compras o no. Y si es que no, si solo quieres ver por encima las tiendas y los productos, mejor que no te pares demasiado o, si te paras y el dependiente empieza a achucharte, que lo hará, te despidas con amabilidad diciendo "maybe later" (quizás más tarde). Ya sé que esto para algunas personas es difícil de llevar, "por qué no puedo mirar nada más", pero es bastante más difícil quitarte de encima al vendedor cuando ya te ha enganchado. Por eso, mi consejo es que cuando vayas de visita vayas ubicando en tu aplicación de mapas las tiendas que te gusten (si no lo haces así es muy posible que no las vuelvas a encontrar) y que el último día vuelvas a esas tiendas a hacer tus compras.
Los/as marroquíes, como cualquier otro pueblo, agradecen muchísimo que el/la turista utilice algunas palabras en su idioma. Por eso, te aconsejo que te hagas con un pequeño diccionario de palabras en árabe. Las básicas de hola, adiós, buenos días, gracias, los cinco primeros números, por favor y perdón, pueden ser suficientes. Por otro lado, si no hablas inglés o francés (en Tánger o Tetuán se habla más español pero en Marrakech poco), o incluso si los hablas, no está de más que te descargues previamente los correspondientes idiomas (español, árabe, inglés, francés) en la herramienta de Google para "Traducción sin conexión", de modo que se pueda escuchar en el móvil lo que necesites decirle a alguien. También es una buena idea aprender algunas palabras en bereber ya que una parte muy importante de la población marroquí pertenece a esta etnia.
Si has reservado una habitación en un riad (pequeño hotel típico marroquí) de la medina, o si has reservado un apartamento, contrata con el riad o el dueño de la casa el servicio de traslado desde el aeropuerto. Los taxis solo pasan por las calles más anchas de la medina por lo que te dejarán a cierta distancia del riad, y no te puedes imaginar lo complicado que puede ser encontrarlo incluso aunque estés a una distancia de menos de 100 metros. A nosotros el transfer nos costó 20€, el triple (o más) que un taxi normal, pero mereció la pena.
Las calles de la medina (Marrakech) están atestadas de gente andando, motos, motocarros, carros arrastrados por burros o por personas y bicicletas, y todos van a la máxima velocidad que pueden, pero no te preocupes. Inexplicablemente, en nuestros cinco días en Marrakech no vimos ni un solo choque o atropello. Basta con que camines tranquilamente por tu derecha y los diferentes vehículos te irán sorteando. En cuanto a las motos, es desagradable aspirar el humo de sus destartalados tubos de escape pero es un peaje que hay que pagar. Marrakech debe ser la ciudad del mundo que mayor proporción de motos por habitante tiene.
Coge un taxi cuando te encuentres cansado/a y quieras trasladarte a otro punto de la ciudad. Eso sienta bien para seguir disfrutando. Son muy baratos. Eso sí, conviene que negocies el precio antes de subirte. Habíamos leído que en Marrakech utilizaban taxímetro si se lo pedías pero la verdad es que, incluso cuando lo solicitamos, no lo quisieron poner. Una anécdota, que sirve para también para ilustrar lo del regateo, que habrás leído en otros sitios. Al salir del Jardín Majorelle (por cierto, la visita en la que más gente encontramos y la más cara), decidimos coger un taxi hasta nuestra siguiente objetivo. Vimos a un conductor al lado de un taxi y le preguntamos el precio. Nos dijo 50 dirhams, le dijimos que habíamos hecho el mismo trayecto por 20, nos dijo que 30 y acabamos en 25. Resultó que aquel hombre no nos iba a llevar sino que estaba gestionando a un grupo de taxistas y nos dirigió hacia uno de ellos. Éste, al recogernos hizo un gesto levantando tres dedos, lo que significaba que nos cobraría 30 dirhams. Tuvimos que insistir en que habíamos acordado 25 con su compañero y finalmente aceptó. Si en ese proceso te enfadas, pues ya has estropeado un poco tu día de vacaciones. Mejor tomárselo con calma. Eso sí, si quieres hacer aspavientos muy teatrales (pero sin enfadarte), ningún problema. Habrás pasado un rato divertido.
También hay autobuses (por cierto, de la compañía española ALSA) pero nosotros no los llegamos a utilizar.
Visitas. No voy a detallar aquí las visitas de monumentos y lugares turísticos que hicimos en Marrakech. Para eso, hay un montón de guías. Tan solo advertiros que la Madrasa de Ben Yousef, uno de los edificios más emblemáticos, estaba en proceso de restauración y nos dijeron que las obras podrían durar por lo menos un año.
La cocina marroquí es muy rica. Y me refiero tanto al sabor como al hecho de que la hacen con una gran variedad de productos y especias. Lo mejor es comer de lo que comen los/as marroquíes, seleccionando los locales o puestos callejeros con más afluencia. Para comer típico y popular recomiendo Mechoui, una pequeña calle, cerca del zoco Semmarine. Se come cordero y tanjia (una carne guisada hecha en su jugo durante muchas horas que está buenísima). También hay ensaladas (nosotros no nos atrevimos) y aceitunas (variadas y riquísimas). Se come con las manos y con pan por lo que conviene lavarse antes (la mayoría de las intoxicaciones las producen las bacterias llevadas de las manos a la boca) y después (acabarás bastante pringado/a) de la comida. En el viaje también comimos tajine, plato típico hecho con verduras y pollo, y couscous. Incluso nos atrevimos con unas brochetas de carne hechas en la calle sobre brasas. Los zumos callejeros de naranja o granada también están muy buenos. Para mayor seguridad, tómalos en los vasos de plástico, que son más grandes y más caros, pero te dejan más tranquilo/a que los de cristal, lavados una y mil veces en un agua dudosa. Por fin, los dulces son variados y exquisitos. Otra cosa: Estuvimos a punto de ir a un curso de cocina marroquí en el que acababas comiendo lo que habías cocinado. Al final no lo hicimos pero la idea era buena.
¿Qué tipo de alojamiento elegir en Marrakech? Nosotros nos decantamos por un riad en la medina, pensando que sería algo pintoresco o incluso exótico. Y pintoresco era, pero por el precio que pagamos habríamos tenido una habitación casi de lujo en cualquier ciudad española y la nuestra era como de pensión. A la luz de nuestra experiencia aconsejo revisar bien las fotos de internet, especialmente las de las habitaciones. Yo, a la hora de reservar, me dejé llevar por el exotismo (son unos artistas haciendo las fotos para internet) y presté poca atención a los detalles de las habitaciones, y así nos encontramos luego con una habitación oscura, con humedades, estrecha, sin armarios (solo unas sencillas baldas),... La próxima vez (porque tenemos claro que habrá próxima vez) intentaremos coger un apartamento. Por ejemplo, nos gustó la zona de Bab Doukkala, cuya calle principal tiene un bonito y popular mercado de todo tipo de productos (verduras, carne, pescado, especias, dulces), por lo que preparar las cenas (compras + cocina) puede resultar una experiencia agradable.
Marrakech es una ciudad limpia. Una brigada de trabajadores de la empresa francesa Pizzorno Environnement limpia las calles continuamente. Se ve que las autoridades de la ciudad tienen clara la importancia de la limpieza para asegurar el turismo y eso se agradece.
Baños (Hammam). Un baño (o varios) en Marrakech, con o sin masaje adicional, es obligado. Es el mejor descanso tras horas de patear la ciudad. Las opciones son varias: baños públicos (mujeres y hombres separados - hay que comprar una bolsa de hammam en las tiendas de la calle), baños privados (puedes ir en pareja y te dan todo lo que necesitas), baños en los hoteles, ... Lo básico es un masaje rápido con un guante exfoliante y jabón negro y el baño propiamente dicho. A eso se pueden añadir masajes relajantes.
Dinero. Al menos en Marrakech no hace falta llevar encima gran cantidad de dirhams. Se puede ir obteniendo en cajeros y casas de cambio a medida que lo vas necesitando. El cambio que te ofrecen en el aeropuerto es peor que el que puedes obtener en la ciudad así que con que saques lo necesario para un primer taxi y algo más, por ejemplo 200 dirhams, es suficiente.
Ten paciencia en el aeropuerto. El control de policía puede llevarte un rato. Nosotros estuvimos haciendo cola hora y media, aunque quizás coincidimos con la llegada de varios aviones a la vez. Antes de ponerte a la cola, o mientras estés en ella, rellena un papelito, que verás en unos estantes, con tus datos personales y de tu destino porque tendrás que entregarlo en el control cuando presentes el pasaporte.
¿En qué fechas visitar Marruecos? La temporada alta es marzo-junio y octubre-noviembre, meses en los que sin hacer frío no cae la calda veraniega que te derrite. Nosotros estuvimos en febrero y por las noches hacía frío aunque durante el día se alcanzaban los 20 grados. Estupendo para callejear.
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Venga, que pasamos! |
¿Cuánto tiempo debe durar la visita? Para visitar cualquier zona o ciudad de Marruecos os aconsejo hacerlo con cierta tranquilidad, dedicando un suficiente número de días. Esto vale para cualquier país pero creo que en lugares como Marruecos es de especial aplicación. No es lo mismo visitar países europeos que, más o menos, comparten con nosotros una misma cultura, que uno en el que el cambio cultural es grande, y os puedo asegurar que en Marruecos lo es a pesar de su cercanía geográfica. Si no se está el suficiente tiempo, uno/a se puede quedar con una primera impresión equivocada. Os aseguro que si en nuestro viaje a Marrakech nos hubiésemos quedado con la primera impresión que nos produjo el riad donde habíamos reservado la habitación, yo también me habría sumado al "no vuelvo más". Y en cuanto al número de días para visitar Marrakech, cinco puede estar bien. Hay muchas personas que lo hacen en un fin de semana o que incluyen excursiones por los alrededores pero eso supone ir corriendo de un lado a otro sin disfrutar.
¿Es seguro visitar Marruecos? Como hay otras personas que ya han contestado a esta pregunta antes que yo y lo han hecho muy bien, os dejo aquí el enlace a una entrada que refleja al 90% lo que nosotros pensamos. Quizás modificaría la conclusión final: yo creo que si se siguen esas indicaciones se puede finalizar el viaje sin sentirse "muy quemados". Al contrario, con la sensación de haber vivido una experiencia muy bonita.
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Más rápido en moto que en bici |
En una medina te pierdes sí o sí. Por eso, y con el fin de no andar preguntando a cada paso por dónde se va a tal o cual sitio, es muy útil llevar en el móvil una aplicación de mapas offline. El laberinto de callejuelas es tal que incluso con la aplicación te despistarás en algún momento. En todo caso, si tienes que preguntar es mejor que lo hagas a un/a dependiente de un comercio que, normalmente, no va a dejar su tienda para orientarte mal y pedirte dinero. Nosotros solíamos utilizar los mapas de Google Maps previamente descargados con la opción "Mapas sin conexión", pero en el riad nos aconsejaron otra aplicación (MAPS.ME) que, al menos para la medina de Marrakech, tenía mejor definición. Por lo demás, no hagas mucho caso a quien te diga que vayas por otra calle porque aquélla por la que vas está más adelante en obras y no se puede pasar. Seguramente te llevará a la tienda de un amigo.
Relaciones. La población de Marruecos, y especialmente el pueblo bereber, es muy acogedora y amable. Cuando consigues establecer vínculos más allá de los comerciales, lo cual a veces no es fácil, puedes disfrutar de conversaciones muy agradables. Para ello, como te puedes imaginar, hace falta estar un número mínimo de días en las ciudades y visitarlas con cierta calma. Si pasas varias veces por las inmediaciones de un taller o una tienda es muy posible que en unos pocos días te saluden amablemente y, si te prestas, puedas iniciar una conversación.
En cuanto a la vestimenta, sobre todo la de las mujeres, nuestra experiencia es que ponerse un pañuelo en la cabeza es muy bien recibido por una parte de los/as marroquíes pero, evidentemente, no es necesario hacerlo. Aunque nos encontramos con dos grupos de mujeres jóvenes que habían tenido malas experiencias, habiéndose sentido acosadas por chicos marroquíes, creo sinceramente que lo normal no es eso si respetas indicaciones como las que estoy dando en esta entrada. A estos efectos, únicamente añadiría otro consejo: si vais en grupo, mejor no separarse. En ocasiones, los vendedores tratan de separar a los miembros del grupo de turistas para llevarlos a sus respectivas tiendas, lo cual puede provocar cierta angustia en algunas personas cuando ven que sus compañeros/as de viaje han desaparecido de su vista.
Cuando vayas a un zoco conviene que tengas claro si vas de compras o no. Y si es que no, si solo quieres ver por encima las tiendas y los productos, mejor que no te pares demasiado o, si te paras y el dependiente empieza a achucharte, que lo hará, te despidas con amabilidad diciendo "maybe later" (quizás más tarde). Ya sé que esto para algunas personas es difícil de llevar, "por qué no puedo mirar nada más", pero es bastante más difícil quitarte de encima al vendedor cuando ya te ha enganchado. Por eso, mi consejo es que cuando vayas de visita vayas ubicando en tu aplicación de mapas las tiendas que te gusten (si no lo haces así es muy posible que no las vuelvas a encontrar) y que el último día vuelvas a esas tiendas a hacer tus compras.
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Desde la terraza de Mechoui |
Los/as marroquíes, como cualquier otro pueblo, agradecen muchísimo que el/la turista utilice algunas palabras en su idioma. Por eso, te aconsejo que te hagas con un pequeño diccionario de palabras en árabe. Las básicas de hola, adiós, buenos días, gracias, los cinco primeros números, por favor y perdón, pueden ser suficientes. Por otro lado, si no hablas inglés o francés (en Tánger o Tetuán se habla más español pero en Marrakech poco), o incluso si los hablas, no está de más que te descargues previamente los correspondientes idiomas (español, árabe, inglés, francés) en la herramienta de Google para "Traducción sin conexión", de modo que se pueda escuchar en el móvil lo que necesites decirle a alguien. También es una buena idea aprender algunas palabras en bereber ya que una parte muy importante de la población marroquí pertenece a esta etnia.
Si has reservado una habitación en un riad (pequeño hotel típico marroquí) de la medina, o si has reservado un apartamento, contrata con el riad o el dueño de la casa el servicio de traslado desde el aeropuerto. Los taxis solo pasan por las calles más anchas de la medina por lo que te dejarán a cierta distancia del riad, y no te puedes imaginar lo complicado que puede ser encontrarlo incluso aunque estés a una distancia de menos de 100 metros. A nosotros el transfer nos costó 20€, el triple (o más) que un taxi normal, pero mereció la pena.
Las calles de la medina (Marrakech) están atestadas de gente andando, motos, motocarros, carros arrastrados por burros o por personas y bicicletas, y todos van a la máxima velocidad que pueden, pero no te preocupes. Inexplicablemente, en nuestros cinco días en Marrakech no vimos ni un solo choque o atropello. Basta con que camines tranquilamente por tu derecha y los diferentes vehículos te irán sorteando. En cuanto a las motos, es desagradable aspirar el humo de sus destartalados tubos de escape pero es un peaje que hay que pagar. Marrakech debe ser la ciudad del mundo que mayor proporción de motos por habitante tiene.
Coge un taxi cuando te encuentres cansado/a y quieras trasladarte a otro punto de la ciudad. Eso sienta bien para seguir disfrutando. Son muy baratos. Eso sí, conviene que negocies el precio antes de subirte. Habíamos leído que en Marrakech utilizaban taxímetro si se lo pedías pero la verdad es que, incluso cuando lo solicitamos, no lo quisieron poner. Una anécdota, que sirve para también para ilustrar lo del regateo, que habrás leído en otros sitios. Al salir del Jardín Majorelle (por cierto, la visita en la que más gente encontramos y la más cara), decidimos coger un taxi hasta nuestra siguiente objetivo. Vimos a un conductor al lado de un taxi y le preguntamos el precio. Nos dijo 50 dirhams, le dijimos que habíamos hecho el mismo trayecto por 20, nos dijo que 30 y acabamos en 25. Resultó que aquel hombre no nos iba a llevar sino que estaba gestionando a un grupo de taxistas y nos dirigió hacia uno de ellos. Éste, al recogernos hizo un gesto levantando tres dedos, lo que significaba que nos cobraría 30 dirhams. Tuvimos que insistir en que habíamos acordado 25 con su compañero y finalmente aceptó. Si en ese proceso te enfadas, pues ya has estropeado un poco tu día de vacaciones. Mejor tomárselo con calma. Eso sí, si quieres hacer aspavientos muy teatrales (pero sin enfadarte), ningún problema. Habrás pasado un rato divertido.
También hay autobuses (por cierto, de la compañía española ALSA) pero nosotros no los llegamos a utilizar.
Visitas. No voy a detallar aquí las visitas de monumentos y lugares turísticos que hicimos en Marrakech. Para eso, hay un montón de guías. Tan solo advertiros que la Madrasa de Ben Yousef, uno de los edificios más emblemáticos, estaba en proceso de restauración y nos dijeron que las obras podrían durar por lo menos un año.
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Cocina tradicional exquisita |
¿Qué tipo de alojamiento elegir en Marrakech? Nosotros nos decantamos por un riad en la medina, pensando que sería algo pintoresco o incluso exótico. Y pintoresco era, pero por el precio que pagamos habríamos tenido una habitación casi de lujo en cualquier ciudad española y la nuestra era como de pensión. A la luz de nuestra experiencia aconsejo revisar bien las fotos de internet, especialmente las de las habitaciones. Yo, a la hora de reservar, me dejé llevar por el exotismo (son unos artistas haciendo las fotos para internet) y presté poca atención a los detalles de las habitaciones, y así nos encontramos luego con una habitación oscura, con humedades, estrecha, sin armarios (solo unas sencillas baldas),... La próxima vez (porque tenemos claro que habrá próxima vez) intentaremos coger un apartamento. Por ejemplo, nos gustó la zona de Bab Doukkala, cuya calle principal tiene un bonito y popular mercado de todo tipo de productos (verduras, carne, pescado, especias, dulces), por lo que preparar las cenas (compras + cocina) puede resultar una experiencia agradable.
Marrakech es una ciudad limpia. Una brigada de trabajadores de la empresa francesa Pizzorno Environnement limpia las calles continuamente. Se ve que las autoridades de la ciudad tienen clara la importancia de la limpieza para asegurar el turismo y eso se agradece.
Baños (Hammam). Un baño (o varios) en Marrakech, con o sin masaje adicional, es obligado. Es el mejor descanso tras horas de patear la ciudad. Las opciones son varias: baños públicos (mujeres y hombres separados - hay que comprar una bolsa de hammam en las tiendas de la calle), baños privados (puedes ir en pareja y te dan todo lo que necesitas), baños en los hoteles, ... Lo básico es un masaje rápido con un guante exfoliante y jabón negro y el baño propiamente dicho. A eso se pueden añadir masajes relajantes.
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Las motos, siempre las motos |
Dinero. Al menos en Marrakech no hace falta llevar encima gran cantidad de dirhams. Se puede ir obteniendo en cajeros y casas de cambio a medida que lo vas necesitando. El cambio que te ofrecen en el aeropuerto es peor que el que puedes obtener en la ciudad así que con que saques lo necesario para un primer taxi y algo más, por ejemplo 200 dirhams, es suficiente.
Ten paciencia en el aeropuerto. El control de policía puede llevarte un rato. Nosotros estuvimos haciendo cola hora y media, aunque quizás coincidimos con la llegada de varios aviones a la vez. Antes de ponerte a la cola, o mientras estés en ella, rellena un papelito, que verás en unos estantes, con tus datos personales y de tu destino porque tendrás que entregarlo en el control cuando presentes el pasaporte.
¿En qué fechas visitar Marruecos? La temporada alta es marzo-junio y octubre-noviembre, meses en los que sin hacer frío no cae la calda veraniega que te derrite. Nosotros estuvimos en febrero y por las noches hacía frío aunque durante el día se alcanzaban los 20 grados. Estupendo para callejear.
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